En
este último bloque hemos aprendido cómo organizar, gestionar, plantear una
biblioteca de aula.
Cuando
nos referimos a una biblioteca de aula, no debemos pensar en ese espacio, poco
cuidado, sin buena luz, donde hay algunos libros algo estropeados, y que los
niños van a jugar, pero no a disfrutar de los libros. Muchas veces esos
rincones están ahí porque queda bonito decir que se tiene una biblioteca en el
aula, pero no están bien cuidados, ni se persigue ningún fin. Además de que los
libros no están seleccionados según unos criterios literarios, ni para las
edades de los niños.
Para
mí, y así espero poder llevar a cado en mi futura profesión, la biblioteca de
aula debe ser un sitio agradable, confortable, donde al niño le atraiga y le
apetezca ir, llamar su atención. Donde pueda ser un rincón de paz, de
tranquilidad, donde pode estar sólo y leer o reunirse con compañeros. Sobre
todo mi propósito es que los niños y niñas tuvieran un lugar donde poder
sumergirse en la magia que nos aportan los libros, que disfruten, se emocionen,
piensen, imaginen, se ilusionen a través de los libros.
Para
todo esto es muy importante cómo diseñamos el espacio, que elementos
decorativos utilizamos, el sobrecargar de elementos llamativos el rincón no me
parece adecuado, muchas veces es mejor pequeños objetos, colores no muy
llamativos, que no saturen, colores más neutros que inviten a la tranquilidad. Donde
situar la biblioteca, debe ser un lugar tranquilo, que no sea de paso, intentar
controlar el nivel de ruido, por ejemplo que no esté al lado del baño. Es mejor
si tiene luz natural.
Cómo
ya he dicho antes, el contenido de la biblioteca también es fundamental, tener
en cuenta que libros tenemos. Debemos pensar que esos libros son los que los
niños y niñas miraran, leerán, y para ello debemos hacer una buena selección.
También podemos tener libros paraliterarios que se adecuen a sus edades y que
tengan relación con proyectos que hacemos en clase. La manera de colocar esos
libros también influye, no es lo mismo tener los libros en cajones, o en
estantería poco accesibles a los niños, o donde no puedan visualizar las
portadas, que tenerlos de una manera especial, colocados con cuidado, a la
vista y acceso de los niños. También es importante tener un número mínimo de
libros, sí tenemos una clase de 25 niños, mínimo debemos tener 50 libros, dos
libros por niños. Es importante contar con
la ayuda de los padres a la hora de crear nuestra biblioteca de aula, nos
pueden ayudar haciendo donaciones de libros, podemos explicarles y darles unas
pautas para que puedan seleccionar buenos libros, pedirles que participen en
los cuentacuentos, que vengan al aula a explicar cuentos, etc.
A
la hora de aumentar nuestra biblioteca de aula, y fomentar el gusto por los
libros, con los niños y niñas se puede organizar salidas periodicas a la
biblioteca municipal, donde podrán coger libros prestados y llevárselos a casa
o tenerlos unos días en la biblioteca del aula.
Buscando
espacios de lectura, bibliotecas de aula, me han fascinado las ideas que
podemos encontrar diferentes a lo que podemos tener en mente y a lo que hemos
vivido cómo biblioteca de aula.
Son
verdaderos espacios bellos, que invitan a quedarte y disfrutar de los libros.
Podemos
buscar mobiliario adecuado a la edad de los niños, que sea de fácil manejo, que
los libros estén a la vista, y además que sean decorativos. Algunas ideas pueden ser:
Debemos
pensar que todos en algún momento de nuestras vidas buscamos y tenemos espacios
donde nos gusta estar, relajarnos, disfrutar de un buen libro, etc. A mí por
ejemplo me gusta sentarme en la cama, en una esquina que tengo, rodearme de
cojines, muchos cojines, que entre la luz por la ventana y poderme pasar horas
y horas leyendo. Cuando es verano, me encanta leer en la playa, cuando ya se
está yendo la gente y el sol, y mientras leo poder escuchar las olas y el olor
a mar.
¿Porque
a quien no le gusta tener un pequeño rincón donde poder abstraerse del mundo y
sumergirse en un libro?
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